Relatos incestuosos: Follando con mi madrastra
Te vamos a contactor relatos incestuosos, te va a sorprender, ¿o no?
Reconozco que siempre me había sentido por mi nueva mamá y envidiaba que mi padre se la follase todas las noches. Sin embargo, jamás llegué a imaginar que a ella también yo le iba a poner a 100.
Tampoco debería sorprenderme tanto, al fin y al cabo apenas nos llevábamos un par de años (si, lo sé, a mi padre siempre le han gustado muy jovencitas).
He aquí uno de los relatos incestuosos que he ido sumando a mi gran colección.
El sueño de una noche de mi verano
Recuerdo que aquel verano del año 2013 fue mucho más caluroso de lo habitual; no sé si sería ese el motivo o que mi madrastra fuera una guarra, lo cierto es que se levantó a la cocina completamente desnuda. Nunca le había visto las tetas y allí, a la escasa luz que proporcionaba el lugar, se me puso completamente dura; más de lo que nunca se me ha puesto.
Ella hizo como que no si no me hubiera visto, como si yo no estuviera allí… aunque son débil sonrisilla le delataba. No sabía que hacer: dudaba entre levantarme y penetrarla por detrás o espera a que se fuera para no tener ningún problema con mi padre. Al final opté por la primera opción.
Para mi asombro ella no puso ningún tipo de impedimento. Cuando le metí los dedos en el coño noté que lo tenía completamente húmedo, podía meter y sacar mi polla con facilidad sin ningún tipo de molestia.
Dejé que sufriera un poco, quería me que suplicase ser penetrada… no tardé un par de minutos hasta que por fin lo llegue a conseguir.
Mi gran error fue no aguantar más que un par de embestidas… al final llega volvió a su habitación como si nada hubiera pasado y nunca más se repitió aquella escena.
Relatos eróticos incesto: el placer prohibido
¿Sabías que uno de los términos más buscados a lo largo de internet es “incesto”? De alguna manera nos excita lo prohibido, lo que no está bien visto a ojos de la gran mayoría de personas: el hecho de que un padre se acueste con su hijo, su hija, sexo entre hermanos, con la madre… o cualquier otro tipo de situación que nos podamos llegar a imaginar.
También podemos encontrar servicios muy especiales de relatos eróticos incesto donde conseguiremos un nivel de excitación tal que no nos vamos a poder imaginar hasta el momento en el que lo probemos.
Una práctica algo censurable
Puede que algunas personas nos llamen enfermos por querer llamar a este tipo de número… sin embargo, tenemos que recordar que tan solo son “relatos eróticos incesto” y que no hay nada de malo en escuchar lo que una historia nos tiene que decir.
Si luego el acto es o no censurable dependerá de otros factores, pero por utilizar nuestra imaginación nadie nos debería de decir nada.
En el caso de que temas lo que alguien te puede llegar a decir al llamar a estos números, lo mejor que puedes hacer, lógicamente, es no decirles que lo vas a hacer.
Hay que tener en cuenta también otro pequeño detalle y es que llamar a este tipo de servicios en general (los telefónico sexuales) no está demasiado bien visto en la sociedad actual. A pesar de que los tiempos han cambiado y la mentalidad ahora es mucho más moderna, todavía hay personas que están ancladas en el pasado y jamás van a entender que nosotros nos sometamos a este tipo de práctica tan especial.
Así que ya sabes, si quieres probar relatos eróticos incesto quizá no se lo deberías contar a nadie.