El BDSM, que significa Bondaje y Disciplina, Dominación y Sumisión, Sadismo y Masoquismo, es un término paraguas que engloba una serie de prácticas y dinámicas sexuales consentidas, que abarcan desde el juego de poder hasta el uso controlado del dolor físico o emocional.
Aunque para muchos pueda parecer un tema tabú o extremo, el BDSM es practicado por personas de todos los ámbitos y tiene una comunidad considerablemente grande y diversa.
En lineaeroticax.com queremos desmitificar el BDSM, conocer sus fundamentos y explicar cómo practicarlo de manera segura y consensuada.
Principios básicos del BDSM
El BDSM se basa en el consenso absoluto de todas las partes involucradas. Esto es fundamental y es lo que distingue las prácticas BDSM de acciones no consensuadas. Antes de entrar en cualquier tipo de escena o relación BDSM, las partes discuten sus límites, deseos y señales de seguridad.
Este proceso es conocido como «negociación» y es vital para asegurar que todas las prácticas se realicen de forma segura y saludable.
Otro pilar del BDSM es el principio de «SSC» (Seguro, Sensato y Consensuado) o «RACK» (Risk-Aware Consensual Kink). Estos principios subrayan la importancia de la consciencia sobre los riesgos, el consentimiento informado y el juego responsable.
La idea es que todas las actividades se realicen de manera que sean seguras, que las partes involucradas sean plenamente conscientes de los riesgos asociados y que hayan dado su consentimiento de manera libre e informada.
Las prácticas del BDSM
El mundo del BDSM es vasto y diverso, con prácticas que pueden incluir, pero no están limitadas a:
Bondaje y Disciplina
El bondaje implica restringir el movimiento de la pareja, usualmente con cuerdas, esposas, cintas o dispositivos especializados. La disciplina puede implicar normas y castigos dentro de un contexto de juego, lo que ayuda a establecer una dinámica de poder.
Dominación y Sumisión
Esta es una dinámica de poder y control donde una persona (dominante) toma el control y la otra persona (sumisa) cede el control, dentro de los límites negociados previamente. Esta dinámica puede ser sexual o no y puede llevarse a cabo durante períodos de tiempo específicos o ser más permanente, como en relaciones 24/7.
Sadismo y Masoquismo
Estas prácticas implican la obtención de placer a través de la aplicación o la recepción de dolor físico o emocional. Esto puede incluir golpes (spanking, flogging), pinzas, juego con cera de velas, entre otros. El nivel de intensidad es algo que se negocia y se acuerda de antemano.
Seguridad y consentimiento
El consentimiento es una piedra angular del BDSM. Este debe ser claro, coherente y puede ser retirado en cualquier momento. Las «palabras de seguridad» son un método común para comunicar el estado de confort o incomodidad durante una escena.
Estas palabras pueden clasificarse en colores como «verde» (todo está bien), «amarillo» (acercándose al límite o necesidad de desacelerar) y «rojo» (detener la escena inmediatamente).
Además del uso de palabras de seguridad, es esencial que todas las partes tengan un entendimiento claro de lo que implican las prácticas en las que están participando. Esto incluye tener conocimientos básicos de primeros auxilios, entender los límites físicos y psicológicos de los participantes y ser consciente de las necesidades y reacciones de los mismos.
Aspectos emocionales y psicológicos del BDSM
El BDSM puede tener profundas implicaciones emocionales y psicológicas. La confianza y la comunicación son esenciales, no solo para garantizar la seguridad física, sino también para asegurar que todas las partes se sientan emocionalmente respaldadas.
Después de una escena intensa, los participantes pueden experimentar un «bajón» emocional. El «cuidado después de la escena» (aftercare) es crucial para ayudar a todos los involucrados a procesar la experiencia, reconectarse afectivamente y garantizar que se sientan seguros y cuidados.
El BDSM es una práctica compleja que, cuando se realiza correctamente, puede ser increíblemente gratificante y enriquecedora. Lejos de ser simplemente una serie de actos físicos, es una experiencia dinámica que requiere responsabilidad, respeto y, sobre todo, comunicación clara y consentimiento informado.
Para aquellos interesados en explorar el BDSM, es crucial informarse adecuadamente, participar en comunidades y, si es posible, buscar formación o asesoramiento de practicantes más experimentados.
Con las medidas adecuadas, el BDSM puede ser una forma segura y emocionante de explorar nuevas dimensiones de la sexualidad.