Sabemos que la primera vez puede ser un mix de emociones… ¿duele?, ¿Ccómo se hace?, ¿y si me equivoco? Tranquilo. Aquí te proporcionamos un repaso honesto y sin filtros de las posiciones que te ayudarán a vivir ese momento con placer y sin ansiedad.
Misionero, un clásico que nunca falla
Empezamos con algo soft pero que no suele fallar. El misionero es como ese buen vino que nunca decepciona. Te da cercanía, contacto visual, besos a la carta y la posibilidad de ir al ritmo que tú quieras. Tú (o tu pareja) te recuestas boca arriba, y la otra persona se coloca encima. Así de sencillo… y así de placentero. ¿Por qué es ideal para la primera vez? Permite controlar la profundidad y el ritmo.
Da espacio para hablar, mirar y conectar. No necesitas ser contorsionista para disfrutar. Perfecto si quieres una experiencia íntima, hot pero sin complicaciones. Pruébalo, que por algo es el favorito de muchos.
Doggy style o a 4 patas
Ahora bien, si ya estás en confianza y el cuerpo pide marcha, el doggy style (sí, el famoso «a cuatro patas») puede subirle la temperatura a la experiencia. En esta posición, uno se coloca en cuatro apoyos, y el otro penetra por detrás. Es una penetración profunda, intensa, sexy y muy estimulante… pero ojo, puede ser un poco brusca si todavía están conociendo sus tiempos.
Tips para hacerlo bien: hablad antes, durante y después. Usen lubricante si hace falta (tu mejor amigo en estas lides).
Empieza despacio y vean qué tanto quieren avanzar. Es una posición que grita «placer puro», pero mejor probarla cuando ya haya química y un poco de rodaje.
69, el placer compartido
Si no hay apuro por llegar a la penetración, el 69 es una joyita que merece su momento. Ambos se colocan en sentido contrario, cabeza a los pies, y se dedican al delicioso arte del sexo oral. ¿Lo mejor? Placer simultáneo. Tú das, tú recibes. Así, sin misterios. Ideal para romper el hielo, conocer lo que les gusta, y entrar en calor sin presión. Sexy, divertido y muy efectivo para hacer que todo fluya con naturalidad (y con muchos gemidos).
¿Y si te digo helicóptero?
El nombre ya lo dice todo: el helicóptero no es precisamente para principiantes. Implica giros, fuerza y coordinación digna de una coreografía de TikTok, pero en la cama. ¿Pica la curiosidad? Claro. ¿Es buena idea para la primera vez? Mejor no. Guárdala para más adelante, cuando ya puedas reírte (y disfrutar) si la maniobra no sale como en tu cabeza. Porque sí, el sexo también es para jugar… pero con calma.
No puede faltar nunca el sexo oral
Muchos lo ven como «el previo», pero el sexo oral puede ser EL encuentro en sí. Si no estás listo para la penetración, o simplemente quieres ir despacio, esta es una forma de dar y recibir placer sin complicaciones. Explora, pregunta, juega con la lengua y las manos… y disfruta. El sexo oral puede ser tan hot, íntimo y sexy como cualquier otra posición, y además es una gran forma de aprender lo que excita a tu pareja.
Confianza, ganas y sentido del humor
La mejor posición para la primera vez no es la más popular ni la más creativa. Es la que te haga sentir cómodo, libre y conectado con quien tienes al lado (o encima, o debajo, o como el cuerpo lo pida). No te tomes todo tan en serio.
El sexo es exploración, es piel, es risa y deseo.
Empieza con posiciones que faciliten el contacto, el juego y la comunicación, como el misionero, el 69 o el sexo oral. Y cuando te sientas listo… prueba el resto del menú. Porque si algo tiene el sexo, es que mientras más se disfruta, más se aprende.